jueves, 9 de octubre de 2008


¿ Cuando recurrir al Feng Shui ?

Generalmente las personas atravesamos por periodos en los cuales los problemas se acentúan, alterando singularmente nuestras vidas. A menudo, inicialmente no le tomamos importancia y pensamos que solo son periodos de “mala racha” y que pronto pasarán.
En algunos casos esta premisa se puede cumplir, pero en la mayoría de situaciones estos periodos de suerte adversa se dilata y no se encuentra las razones, especialmente cuando se siente que se ha intentado todo por cambiar esas situaciones pero sin éxito.
Entonces, ¿Porqué en algunos casos si es pasajero, pero en la mayoría no? ¿Es posible cambiar o evitar estas situaciones?. Eso es lo que a continuación vamos a analizar.

La fortuna o suerte es el resultado de las relaciones de compatibilidad, enfrentamiento y de las combinaciones que se dan entre las acciones de ciertos factores y circunstancias. Estas interacciones van moldeando la naturaleza y el camino de nuestras vidas.

Para comprender este precepto, primero debemos tener en claro que hay tres componentes –trinidad- que intervienen en el destino o fortuna de las personas: La Fortuna del Cielo que esta determinada por la configuración de las energías al momento de nacer que condicionan tanto nuestro carácter como nuestros futuros actos y sobre la cual no tenemos influencia; la Fortuna del Hombre que esta condicionada al esfuerzo propio de la persona y que es la suerte que nosotros mismos construimos y la Fortuna de la tierra que es la armonía del ser humano tanto con su entorno como con los ambientes que habita y que es el aspecto que induce la generación de las oportunidades de prosperidad. Este último factor es el Feng Shui y también podemos controlarlo.

Para algunas personas la suerte del cielo le es favorable, fortuna que puede incrementarse con un buen Feng Shui y apoyado por su propio esfuerzo. Para otros, si bien la suerte del cielo no es tan auspiciosa, un buen Feng Shui generara y potenciara las oportunidades para vencer las dificultades. En este último caso, el esfuerzo personal será inútil si es que no se ha logrado el equilibrio y armonía con el entorno y los ambientes.

Segundo, el tiempo. Como hemos explicado en una anterior entrega, todo en el universo, naturaleza e inclusive nuestras vidas siguen ciertos patrones cíclicos. En el Feng Shui un periodo o Yun (suerte en chino) dura 20 años. Tres periodos es un ciclo o Yuan (60 años), tres ciclos son una era (180 años), y tres eras componen una época (540 años).
El Feng Shui de un ambiente varia con cada cambio de periodo, debido a la calidad y tipo de energía que influye durante ese determinado tiempo en nuestra vivienda o lugar de trabajo. Según el Yun y la orientación de una construcción, podemos deducir como va a evolucionar las circunstancias para las personas que viven o laboran en un determinado ambiente. Por lo tanto, si bien una construcción en un determinado momento puede gozar de un buen Feng Shui, al cambiar el periodo todo el buen augurio puede variar.
Los ciclos de tiempo se expresan en el destino de las personas a través de los pilares de suerte compuestos por 10 años. Estos ciclos marcan etapas importantes en la vida de las personas, señalando que periodos son más propicios para la prosperidad y en que otros afrontaremos dificultades. Las alzas o los baches en nuestras vidas dependen de la calidad de los pilares de la suerte. Este análisis es parte del sistema Ba-Zi usado en la astrología china y es importante para conocer las variantes cíclicas que ocurren en el destino y como influyen en la vida de las personas.

Como vemos la fortuna de las personas esta en base a la conjunción de la trinidad: tiempo – espacio - personas y sus variaciones, las cuales vamos experimentando a través de los ciclos naturales del tiempo, donde el Feng Shui actúa como un eficiente catalizador en procura de la prosperidad en todos sus aspectos. Hay un viejo adagio chino que resume lo anterior: “Hacer las cosas correctas, en el tiempo correcto y en el lugar correcto, atraerá la salud, la felicidad y la fortuna”.

El Feng Shui al equilibrar y armonizar las energías de factores que intervienen el la fortuna, ayuda a mejorar los diversos aspectos de la vida como las finanzas, relaciones, armonía familiar, cambios positivos en su carreras o empresas, reconocimientos, estudios, salud en sus estados físico, emocional, espiritual y otros aspectos importantes de nuestras vidas. El Feng Shui promueve el bienestar, generando las oportunidades para alcanzar sus metas y aspiraciones.

El Feng Shui también tiene un efecto preventivo. Un buen Feng Shui evita o en el menor de los casos amengua los efectos negativos en las personas en periodos de pilares de la suerte adversos. Esto es lo que sucede cuando los ambientes gozan de la estética y de la armonía en el diseño debido al buen criterio del arquitecto y/o diseñador o simplemente sucede por intuición, razones por las cuales, los propietarios de estos inmuebles al ingresar a periodos negativos, atenúan los efectos adversos de los mismos, efectos que con un buen Feng Shui serian evitados.

El Feng Shui armoniza y equilibra las energías individuales de las personas con las energías de sus ambientes y entorno, conectándolos con los ciclos naturales del tiempo mejorando la calidad de vida de las personas.

El buen Feng Shui logra espacios armónicos, energéticos, sanos y principalmente estéticos al dotar a nuestros ambientes de equilibrio, balance, proporción y orden en base a una correcta orientación; al uso adecuado del color, texturas, materiales y a la armonía de las relaciones entre la forma, espacio y función, con el propósito de que nuestros ambientes puedan acumular el buen Chi y reflejen bienestar y comodidad. El Feng Shui amplifica estas buenas energías, irradiándolas a todos los residentes de la edificación y ayudándonos en metas especificas de nuestras vidas, generando armonía y prosperidad.


David Segura Hiway

Feng Shui Planet - Perù
Contacto: fsplanet@gmail.com