La rigurosidad de una ciencia y la expresión de un arte
Muchas veces me sucede, que al momento de presentarme como consultor de Feng Shui las personas inmediatamente me pregunten si el Feng Shui tiene algo que ver con lo esotérico, lo religioso, o si están más entendidos me preguntan si es una ciencia, es un arte o más llanamente: ¿Cómo definir el Feng Shui?.
La búsqueda de un lugar que nos brinde seguridad, bienestar y goce ha sido a lo largo de la historia de la humanidad algo intrínseco, esencial en su desarrollo. La propia arquitectura siempre ha tratado de canalizar algo más que la estética, la forma y la función.
Aclararemos que el Feng Shui no es religión, ni superstición, ni tiene relación con lo mágico. En la antigua cultura china, el Feng Shui esta dentro de la denominación de arte que alcanza tanto a categorías como la medicina, la adivinación y otras artes más.
El Feng Shui nace gracias a la gran capacidad de observación y del análisis lógico que tiene la cultura china y va siendo enriquecido por corrientes filosóficas como el Taoísmo y el Confucianismo para llegar tal como lo conocemos en la actualidad, lo que da razón a ser catalogada como una ciencia metafísica.
Feng Shui primero es un conjunto de técnicas que estudia tanto al ambiente que rodea a las personas como a los espacios habitados por ellas. Aquí remarcaremos lo importante que es la Naturaleza para el Feng Shui y la forma que adopta para indicarnos las energías que allí están presentes, así como la orientación que estas energías toman y la temporalidad (ciclos) de las mismas.
Es a partir de aquí, luego de identificar la calidad de la energía que fluye en el entorno y en el espacio habitable, que el Feng Shui se transforma en un manipulador de las energías, con el fin de ayudarnos a estar en equilibrio con los elementos que nos rodean y con el espacio que habitamos.
La tarea del Feng Shui (Viento y agua, etimológicamente) es identificar e intervenir esta energía, llamada con más propiedad CHI o energía vital que sostiene todo en el universo, inmersa en nuestro espacio habitable y utilizarla en forma positiva en diferentes eventos de nuestra vida. Es decir analizar como fluye o se desplaza el Chi, recolectarlo y distribuirlo en beneficio de sus habitantes. El Feng Shui equilibra el chi del espacio con el chi de sus habitantes.
El estudio del Feng Shui esta claramente sustentado en sus fundamentos, los cuales se basan en la comprensión del Chi, en la forma que éste adopta en la Naturaleza o en el paisaje (los cuatro animales celestiales) para indicarnos las energías que allí se encuentran y en la formula de descifrar el código por la cual el Chi se mueve y afecta nuestras vidas. Este movimiento sigue un patrón inicial que es constante y expresadas en leyes concreta. Los principios o fundamentos son básicos para la interpretación de cualquier formula.
Los fundamentos siguen los cambios que la energía va teniendo en forma de los cinco elementos de la naturaleza: agua, madera, fuego, tierra y metal, que se presentan en dos estados: pasivas y activas (el Yin y el Yang). A la vez cada uno de ellos reaccionan de manera diferente entre sí. Estos cambios siguen un patrón de transición que es constante y cíclico, que a la vez dan lugar a interacciones entre ellos que originan las diferentes influencias que sufre el lugar.
A estos factores se suman el tiempo. Un determinado tipo de Chi, prevalece en cierto punto o lugar dentro de un determinado tiempo o ciclo. Es decir que cada grupo de años se identifica con un tipo distinto de la energía, un proceso que es cíclico y que cambia un conjunto de energías particular según un patrón preciso.
Como vemos, la práctica del Feng Shui pasa por la observación del orden natural (Li) análisis y relaciones numéricas (Su) y la aplicación de métodos para determinar los flujos del Chi, sus efectos y correcciones.
Como en el arte, el análisis e interpretación visual en el Feng Shui puede tener una dosis de subjetividad, por lo que el criterio valorativo estará fuertemente marcado por la experiencia.
El Feng Shui, al estar sus principios y métodos enmarcados dentro de normas o leyes, como ciencia no difiere de otros estudios tradicionales.
Finalmente podemos llegar a la conclusión que el buen Feng Shui al pensar tiene la rigurosidad de la ciencia y al expresarse, la belleza del arte.
¨ David Segura Hiway
Feng Shui Planet - Perü
Contacto: fshuiplanet@gmail.com
Muchas veces me sucede, que al momento de presentarme como consultor de Feng Shui las personas inmediatamente me pregunten si el Feng Shui tiene algo que ver con lo esotérico, lo religioso, o si están más entendidos me preguntan si es una ciencia, es un arte o más llanamente: ¿Cómo definir el Feng Shui?.
La búsqueda de un lugar que nos brinde seguridad, bienestar y goce ha sido a lo largo de la historia de la humanidad algo intrínseco, esencial en su desarrollo. La propia arquitectura siempre ha tratado de canalizar algo más que la estética, la forma y la función.
Aclararemos que el Feng Shui no es religión, ni superstición, ni tiene relación con lo mágico. En la antigua cultura china, el Feng Shui esta dentro de la denominación de arte que alcanza tanto a categorías como la medicina, la adivinación y otras artes más.
El Feng Shui nace gracias a la gran capacidad de observación y del análisis lógico que tiene la cultura china y va siendo enriquecido por corrientes filosóficas como el Taoísmo y el Confucianismo para llegar tal como lo conocemos en la actualidad, lo que da razón a ser catalogada como una ciencia metafísica.
Feng Shui primero es un conjunto de técnicas que estudia tanto al ambiente que rodea a las personas como a los espacios habitados por ellas. Aquí remarcaremos lo importante que es la Naturaleza para el Feng Shui y la forma que adopta para indicarnos las energías que allí están presentes, así como la orientación que estas energías toman y la temporalidad (ciclos) de las mismas.
Es a partir de aquí, luego de identificar la calidad de la energía que fluye en el entorno y en el espacio habitable, que el Feng Shui se transforma en un manipulador de las energías, con el fin de ayudarnos a estar en equilibrio con los elementos que nos rodean y con el espacio que habitamos.
La tarea del Feng Shui (Viento y agua, etimológicamente) es identificar e intervenir esta energía, llamada con más propiedad CHI o energía vital que sostiene todo en el universo, inmersa en nuestro espacio habitable y utilizarla en forma positiva en diferentes eventos de nuestra vida. Es decir analizar como fluye o se desplaza el Chi, recolectarlo y distribuirlo en beneficio de sus habitantes. El Feng Shui equilibra el chi del espacio con el chi de sus habitantes.
El estudio del Feng Shui esta claramente sustentado en sus fundamentos, los cuales se basan en la comprensión del Chi, en la forma que éste adopta en la Naturaleza o en el paisaje (los cuatro animales celestiales) para indicarnos las energías que allí se encuentran y en la formula de descifrar el código por la cual el Chi se mueve y afecta nuestras vidas. Este movimiento sigue un patrón inicial que es constante y expresadas en leyes concreta. Los principios o fundamentos son básicos para la interpretación de cualquier formula.
Los fundamentos siguen los cambios que la energía va teniendo en forma de los cinco elementos de la naturaleza: agua, madera, fuego, tierra y metal, que se presentan en dos estados: pasivas y activas (el Yin y el Yang). A la vez cada uno de ellos reaccionan de manera diferente entre sí. Estos cambios siguen un patrón de transición que es constante y cíclico, que a la vez dan lugar a interacciones entre ellos que originan las diferentes influencias que sufre el lugar.
A estos factores se suman el tiempo. Un determinado tipo de Chi, prevalece en cierto punto o lugar dentro de un determinado tiempo o ciclo. Es decir que cada grupo de años se identifica con un tipo distinto de la energía, un proceso que es cíclico y que cambia un conjunto de energías particular según un patrón preciso.
Como vemos, la práctica del Feng Shui pasa por la observación del orden natural (Li) análisis y relaciones numéricas (Su) y la aplicación de métodos para determinar los flujos del Chi, sus efectos y correcciones.
Como en el arte, el análisis e interpretación visual en el Feng Shui puede tener una dosis de subjetividad, por lo que el criterio valorativo estará fuertemente marcado por la experiencia.
El Feng Shui, al estar sus principios y métodos enmarcados dentro de normas o leyes, como ciencia no difiere de otros estudios tradicionales.
Finalmente podemos llegar a la conclusión que el buen Feng Shui al pensar tiene la rigurosidad de la ciencia y al expresarse, la belleza del arte.
¨ David Segura Hiway
Feng Shui Planet - Perü
Contacto: fshuiplanet@gmail.com